sábado, 24 de febrero de 2024

Arroz morado oriental

 

Hoy 24 de febrero de 2024, estuve todo el día en la calle, aunque por la mañana visité a mis hermanas y desayuné unas tortitas de huauzontle en salsa de pasilla deliciosas, quizá le habría agregado yo un clavo de olor para darle un sabor más acusado, pero eso porque a mi me gustan esos arrebatos, recordé entonces los romeritos y su mole con camarón y ya en la noche revisando ya lo poco que queda en la alacena encontré una taza de arroz morado, hay una moda de darle color al arroz con diferentes vegetales, rojo con rábano, naranja con ídem, amarillo con alguna cucurbitacea, verde con wasabi, azul con arándanos, rosa con flor de cerezo y en este caso el lila a morado con col del mismo tono, además al uruchimai se le combina con arroz dulce y negro, logrando el color púrpura deseado, esa combinación de tres tipos de arroz es típica de sudcorea, se le utiliza para la preparación del heukmi bap.

La idea de este arroz es preparar sushi, pero ya para cenar rápido lo que hice fue cortar en cuadritos tres chiles guajillos, para mexicanizar el platillo, tostarlos y entonces cubrir con el arroz, agregar un poquito de fumet, una pizca de hierbas finas, una pizca de sal, para rematar con cuatro hojas de nori, igual en cuadritos.

Para darle el tono oriental sazone con vinagre de arroz, para aprovechar el efecto Leidenfrost use la sartén de 10 pulgadas y media de acero inoxidable, en más o menos un minuto y medio la válvula avisó de la convección, reduje la potencia de la parrilla de inducción y dejé cocinar por 15 minutos.

Recordé las tortitas del desayuno y el efecto de acompañarlas con un cafecito, de modo que repetí para la cena, aunque ahora utilicé un espresso, para más amargura. El resultado fue una maravilla, el arroz quedó como el del sushi, comprimido, con un sabor muy marino, dado por la combinación del fumet y el alga, pero junto con el trago amargo del café el sabor inicialmente suave y lejano se potenció enormemente.

Ya para cerrar con un postrecito, hice unos rollitos daneses, en esta ocasión dulces, ya que había experimentado con salados, pero no me gustó mucho el resultado, simplemente utilicé la harina con mantequilla en exceso y vainilla.

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